DIARIO DE UNA PSICÓLOGA
Y de repente llega esto que nos des tantea, nos saca de nuestra rutina, de caminar en rumbo individual y a mi manera, a sentirme todo poderoso, “yo puedo hacer esto, porque si, porque quiero porque puedo” y de repente llega una sacudida forzosa, que hace a nuestro ego diminuto, nos damos cuenta que no somos tan indestructibles como pensábamos, que ni todo el dinero, ni todo el poder puede hacerle frente a esta realidad. Lo único que nos queda es guardarnos en casa, rezar para que nuestras familias y amigos estén sanos y cuidarnos a nosotros mismos para no ser los próximos.
Estamos conviviendo con las personas que llevaban años al lado de nosotros y hace mucho los dejamos de escuchar, olvidamos platicar frente a frente sin una pantalla en mano, porque la vida es muy rápida y la rutina se había vuelto parte de lo cotidiano, nos volvimos insensibles al sufrimiento de los otros y el hecho de materializar nuestros vacíos pensábamos que la felicidad era publicar fotos a ver quién es el más feliz, con mejor cuerpo, la mejor pareja, el mejor viaje, la mejor familia. Nos olvidamos que somos humanos, que tenemos sentimientos y emociones y que la realidad es que no siempre estamos bien, no todos los días son como los pintan las redes sociales. Que es normal sentirnos tristes de vez en cuando, sentir ese enojo que nos llevó a esa pelea que luego se convirtió en reconciliación, eso es la vida te caes, te levantas, tienes un plan, metas, sueños y de repente viene una pandemia a decirte que te detengas que tu vida está en pausa, que tomes un respiro y descanses. Todavía te preguntas: cómo puedo descansar si tengo un viaje planeado, una boda próxima, unos hijos que alimentar, tengo que pagar mis estudios, pagar la renta, la luz, el agua… ¿Cómo puedo parar?
Pero todo es pasajero, nada es estático todo tiene un principio y un final, y sabemos que esto va pasar, solo tenemos que seguir las medidas necesarias, respirar, calmar y poner todo en Pausa.
Hoy, nadie sube fotos viajando, en el mejor hotel o en la mejor vista panorámica, hoy nos toca estar en casa con las personas que más amamos y hacer equipo con ellos. Todos ayudamos en casa, cuidamos el dinero, dejamos de gastar. También extrañamos salir y abrazar, sé que cuando salgamos de esta vamos a valorar las idas a un café, una cenita con las amigas, las idas al súper y al cine sin estar preocupados si nos vamos a infectar, respirar al aire libre sin un tapabocas, ahorrar para volver a viajar y dar gracias por la oportunidad de ir y venir sanos y salvos.
Todo esto va pasar, esto vino a darle una oportunidad a nuestra propia vida de poner tu vida en pausa y observar en que estábamos fallando, es bonito ver el vaso medio lleno, buscarle un para que… en lugar de quejas y un por qué a mi? …esto no se trata de ti, se trata de todos, todos remando al mismo lado, que los héroes que están dando la vida por nosotros son médicos, enfermer@s, personal de limpieza, no esa gente que sigues en redes sociales que te dice en que más comprar para ser “feliz”. La felicidad no es un destino es un camino con altibajos y tropiezos y eso es lo más bonito de vivir saber que no todo está en orden y aun así salimos adelante. El mundo necesitaba un respiro y si te tocó vivir esta etapa es porque el planeta necesita de ti para mejorar y crecer como persona en todos los aspectos de tu vida.
Animo, todo esto va pasar… y tu eres parte del plan. Cada día es un día menos para volvernos a abrazar. Cuidándote y quedándote en casa nos cuidamos todos.